Diarrea postquimioterápica: causas, manejo y consejos dietéticos
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La diarrea es uno de los efectos secundarios más frecuentes en personas que reciben tratamiento de quimioterapia. Aunque puede resultar muy incómoda, comprender por qué sucede y cómo manejarla ayuda a sobrellevarla mejor y a prepararse para el siguiente ciclo de tratamiento.
¿Por qué ocurre la diarrea postquimioterápica?
La quimioterapia actúa atacando células que se dividen rápidamente. Dado que la mucosa intestinal (la capa que recubre el tracto digestivo) se regenera muy rápido, también se ve afectada por los fármacos. Cuando esta mucosa se daña, se produce un desequilibrio en la absorción de líquidos y nutrientes, lo que provoca deposiciones más frecuentes y líquidas. A este daño de la mucosa intestinal se le conoce como “mucositis intestinal”, y es uno de los principales mecanismos que desencadenan la diarrea.
Además, algunos medicamentos quimioterápicos pueden alterar la flora bacteriana normal del intestino y provocar inflamación. El resultado es un tránsito intestinal acelerado, menor capacidad de absorción y, en consecuencia, diarrea.
Fármacos que con mayor frecuencia causan diarrea
No todos los tratamientos de quimioterapia provocan diarrea en la misma medida, pero hay ciertos fármacos conocidos por esta reacción adversa. Entre ellos:
- Fluorouracilo (5-FU) y capecitabina: muy utilizados en el tratamiento de distintos cánceres digestivos, de mama y otros tumores sólidos.
- Irinotecán: empleado especialmente en cáncer colorrectal.
- Oxaliplatino: aunque su principal toxicidad es la neuropatía, también puede contribuir a la diarrea.
- Algunos inmunoterápicos o terapias biológicas pueden ocasionar diarreas severas debido a la activación del sistema inmune.
¿Cuándo empieza y cuánto dura?
La diarrea puede manifestarse en diferentes momentos, dependiendo del tipo de quimioterapia y de la respuesta de cada persona:
- Inicio: Usualmente, entre 2 y 7 días después de la administración del fármaco. Con medicamentos orales, como capecitabina, puede aparecer desde la primera semana.
- Duración: Puede prolongarse varios días, aunque en la mayoría de los casos tiende a mejorar gradualmente antes del siguiente ciclo de quimioterapia. Sin embargo, cada organismo reacciona de manera distinta; por eso es importante mantener una comunicación constante con el equipo médico.
Consejos para la dieta durante los días de diarrea
- Dieta blanda: Durante la fase aguda, se recomienda consumir caldos, arroz blanco, pollo o pavo hervidos, pescado blanco, plátano maduro, compotas y pan tostado. Esta alimentación es más fácil de digerir y contribuye a no irritar más el intestino.
- Hidratación adecuada: Las deposiciones frecuentes pueden provocar deshidratación, por lo que se recomienda tomar agua, caldo, soluciones de rehidratación oral o infusiones suaves para reponer líquidos.
- Evitar irritantes: Limitar o evitar bebidas con cafeína, alcohol, alimentos ricos en grasa, muy fibrosos o picantes, ya que pueden empeorar el cuadro diarreico.
Retomar la dieta y prepararse para el siguiente ciclo
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Volver a la alimentación habitual tan pronto como sea posible
Es importante que la dieta blanda no se prolongue más de lo necesario. A medida que la diarrea vaya remitiendo, retoma progresivamente tu alimentación normal para evitar la desnutrición o la falta de energía, especialmente antes de un nuevo ciclo de quimioterapia. -
Reintroducir alimentos de manera progresiva
Añade poco a poco verduras cocidas, frutas suaves (sin piel y bien maduras), carnes magras y cereales integrales. Observa tu tolerancia. Si algún alimento te produce molestias o hace reaparecer la diarrea, retíralo temporalmente y consúltalo con tu médico si persiste el malestar. -
Aumentar la ingesta de calorías con comidas ligeras (incluyendo pasta y arroz)
Tras la fase aguda, es fundamental recuperar fuerzas con alimentos energéticos pero fáciles de digerir: - Arroz con pollo y verduras suaves: El arroz ayuda a asentar el estómago. Puedes acompañarlo con trocitos de pollo hervido y verduras cocidas como zanahoria o calabacín.
- Pasta con salsas ligeras: añade proteína: pollo gambas, con verdura salteada que quede blandita.
- Cremas o purés con cereales: Añade una pequeña cantidad de arroz o avena a los purés de verduras (por ejemplo, calabacín y zanahoria) para incrementar el aporte energético.
- Sopa con fideos y pollo: Además de hidratar, las sopas caldosas con pollo deshebrado y fideos suaves aportan carbohidratos y proteínas de fácil asimilación.
- Batidos suaves con cereales cocidos: Cocina avena o arroz y mézclalos en la licuadora con leche (o bebida vegetal) y frutas suaves (plátano, manzana cocida). Al estar triturado, se facilita la digestión.
- Noodles o pastas alternativas: prueba con noodles orientales o pastas de trigo sarraceno. Combínalos con verduras cocidas al vapor y un chorrito de aceite de oliva o una salsa suave de calabacín.
Estas preparaciones ayudan a recuperar energía y nutrientes sin sobrecargar el sistema digestivo. Comienza con pequeñas porciones y ve incrementándolas conforme notes mejoría. Si algún ingrediente te resulta pesado, retíralo y comenta la situación con tu médico si las molestias persisten.
La diarrea postquimioterápica es un reto frecuente, pero controlable con el apoyo médico oportuno, una dieta adecuada y el cuidado personal. Mantén una comunicación constante con tu equipo de oncología y nutricionista oncológico para resolver dudas y ajustar el tratamiento si fuera necesario. Llevar un registro de las deposiciones y de los alimentos tolerados puede ser de gran ayuda para ti y tu especialista. Con una buena planificación, podrás manejar la diarrea de manera más llevadera y prepararte para afrontar el siguiente ciclo de quimioterapia con fuerzas renovadas.